el viento que sopla, el dolor me acaricia
me interrumpe el pasado a cada instante
El corazón no late, endurecido por la vida,
los ojos mojados por cada gota de quebranto
Siento que muero, siento que vivo
aunque nadie me alcanza ver
AUXILIO! Exclama mi ser
¿Alguien me escucha?, no puedo hablar…
la boca seca, la lengua atada
miro alrededor, estoy encadenado, no me puedo mover
tengo miedo, tengo sed de venganza
Me quiero morir
siento calor, siento frío, estoy sudando
mi cuerpo llora tanto cansancio
Comida!! Denme pan, eso grito por dentro.
las gotas de sudor entran en los ojos
provocándome más dolor, estoy desesperado
PERO!! Veo una silueta. Si! Veo a alguien
Trato de hablar “Sólo ayúdame por favor”
Pero mis energías terminaron
Lo veo acercándose a mí
Una paz llena el lugar
“Vine a traer libertad, ya no serás un cautivo” me dice
Entre tanto esfuerzo consigo hablar: “Sálvame”
Las cadenas desaparecieron, me limpio el rostro
Y me cargó en sus brazos
No podía creer el momento, dentro de mi surgían preguntas
“Es este el carpintero?”
Y con su suave voz me dice “Yo soy tu Consolador”
Me cambio el vestido, me lavo en su sangre
Y por mi piel dejó escrito: “PERTENENCIA DE JESUCRISTO”
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